BALSAS Y SU HISTORIA
Refiriendo el nombre de Balsas, la vegetación lo inspira con el árbol de balsa que se convierte en la identidad de un pueblo exuberante en producción,rico en costumbres y tradiciones.
El origen de Balsas, características y cualidades, no es exclusivamente de un árbol, sino de la estirpe que forjó el asentamiento y futuro de esta añorada tierra, cuya bondad productiva asemeja la benevolencia, altruismo y amabilidad de un pueblo que promete respeto y honor.
El árbol de balsa alcanza una altura de hasta 25 metros y unos 80 centímetros de diámetro. Su madera es muy liviana y de exportación, utilizada en paneles de paredes para aislar ruidos, montaje de máquinas, evitar vibración, aeromodelismo, flotadores salvavidas, material para maquetas y diversidad de artesanía.
COLONIZACIÓN
Empieza a librarse la Historia de Balsas a mediados del siglo XlX siendo presidente de la republica Vicente Ramón Roca. Hombres intrépidos arriban a esta tropical, frondosa e ignota vegetación,movidos por atrevida aventura ante atractiva y discreta jungla, para someterla y erigir tiendas en busca del árbol quina,de cascarilla amarga y medicinal que combate el paludismo, cuya demanda trascendió en mercados extranjeros, despertando interés por su recolección.
Desde Zaruma llega don Agustín Aguilar en 1852 con el grupo que se asienta en el cerro Tinajas, demarcación de Capiro, cantón Piñas. Tinajasno es territorio de Balsas, pero está muy cercano a la cabecera cantonal, constituyendo parte de nuestra idiosincrasia. Desde San Roque viene don Eliseo Romero, padre de Juan Vicente Romero
Por la misma ruta de la anterior expedición llega otro grupo del cantón Piñas en 1855, liderado por don Julián Apolo Murillo, nacido en Zaruma el 13 de septiembre de 1825, pero se radica en la parroquia San Roque del cantón Piñas al casarse con María Ignacia Ramírez, de donde desciende Francisco Javier.
La abundancia y perspectivas de estos lugares interesó don francisco Javier quien decide traer a su esposa,Teodora Loayza e hijos: Francisco, Alfonso, Ángel y Teodoro, acompañados de los señores Belisario y Amadeo Aguilar, que se convertirían en nueva fuerza laboral.
Desde San Roque cantón Piñas en 1920 llegan los señores: Miguel, Elías y José Manuel Apolo, Vicente y Manuel Galarza, Isaías Murillo, José Rosa Ramírez y se ubican donde hoy es Santa Elena. Francisco Javier Apolo los acoge, innata virtud de este noble pueblo.
LUGARES DONDE SE ASENTARON LAS DOS EXPEDICIONES
Las viviendas cerca de la cordillera y el inhóspito clima obliga a los colonos buscar tierras de mejor acogimiento, siendo de preferencia los llanos, surgiendo disputa entre ellos por las mejores posesiones. Gracias a la conciliación llegan al siguiente acuerdo:
1.- La colonia de Javier Apolo habitará territorios, hoy parroquia Bella María, Palmales y La Esperanza.
2.- La otra se estableció en la actual cabecera cantonal, Santa Elena, San Roquito y El Milagro.Para el año de 1920 procedentes de la parroquia San Roque del cantón Piñas llega otro grupo de personas que se asientan en el sitio El Milagro.
Los primeros colonos hallaron un territorio inexplorado, virgen; esto lleva a deducir que a su llegada no encontraron evidencia alguna de anteriores asentamientos, sin embargo la realidad seria muy distinta y hasta ahora poco estudiada. Balsas se va poblando con la llegada de personas de territorios vecinos, creándose la cabecera cantonal y sitios desde las primeras décadas del siglo xx, generándose también el crecimiento económico, basado en la siembra de productos como: café, maíz, maní posteriormente remplazados por la producción avícola y porcina.
Hasta la fecha se han identificado algunos lugares dentro del cantón con presencia de vestigios de culturas antiguas, en la mayoría,objetos utilitarios como cerámica, hachas de piedra, objetos de cobre, morteros de piedra y osamentas humanas.
En el sitio El Palmal Alto, coordenadas (E630079 N9583139) donde se ubica la finca del Sr Modesto Apolo, junto al camino, a unos 4m sobre el nivel de éste, se localiza el área en la que indica el señor Luis Enrique Apolo que fueron encontrados 7 orificios de aproximadamente 80 cm de diámetro y 3m de profundidad, dentro de cada uno había una osamenta humana sentada en el fondo.